Acabo de participar en una misión sobre la situación de los Derechos Humanos en Colombia, en un momento de especial importancia en la agenda política. Está en negociación el Tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Colombia, coincidiendo con el semestre en el cual el Gobierno español ostenta la Presidencia del Consejo de la Unión Europea y la celebración , en el mes de mayo en Madrid, de la Cumbre de Jefes de Estado de América Latina y la Unión Europea.
La visita tenía como objetivo constatar la situación de los Derechos Humanos en tres sectores importantes: mujeres, sindicalistas y defensores de Derechos Humanos. Son, entre otros, colectivos que siguen amenazados con un número alarmante de persecuciones, amenazas y asesinatos.
En la reunión que mantuvimos con los colectivos de mujeres nos transmitieron las enormes dificultades que padecen, especialmente las que ejercen liderazgos y responsabilidades en la defensa de los derechos de la población desplazada, los riesgos asociados y específicos en la defensa de la tierra y el territorio que están afectando especialmente a mujeres y el riesgo a que las expone su visibilidad como víctimas del conflicto armado interno.
En la reunión escuchamos muchos testimonios, especialmente impactante el caso de una mujer cuyo marido había sido asesinado por los paramilitares y posteriormente su hija adoslescente había sido secuestrada, torturada, violada y finalmente asesinada también por los paramilitares. Ella contó su testimonio con dolor pero también con serenidad. Por denunciarlo, ella misma está amenazada de muerte pero acabó su intervención diciendo con una tristeza infinita … y, este año no me ha pasado nada .
En la misma reunión, cuatro filas más atrás estaban sentadas y prestaron su testimonio mujeres cuyos familiares habían sido secuestrados y algunos ejecutados por la guerrilla . Una de ellas tenía a su hermano secuestrado y apelaba a la necesidad de intercambios humanitarios entre las partes en conflicto armado.
Todas estas mujeres han tejido una red contra la violencia y por la paz . Por los derechos y por la dignidad de todas las mujeres. Por el fin de la impunidad y la exigencia de protección y respeto a la población civil. Red muy amplia y con distintas expresiones desde la que exigen el diálogo y los compromisos al gobierno colombiano y a todas las partes en el conflicto .
Precisamente al día siguiente de la reunión, una vez más, la corporaciónSISMA MUJER y el Observatorio de los Derechos Humanos de las mujeres en Colombia (integradas por varias organizaciones ) recibieron un nuevo comunicado firmado por Bloque Central de la Águilas Negras Verdad y Muerte. El Boletín (así le llaman ) empieza diciendo “ LLegó la hora de acabarlos …. Traidores …. y después de muchos insultos reiteran ..Emitimos amenazas de muerte … y nombran a las múltiples organizaciones , mujeres y un largo etcétera.
Seguiremos analizando los debates y reuniones con las organizaciones, sindicalistas, en la universidad, con las comunidades indígenas, con el Gobierno o con los Comisionados de Derechos Humanos de Naciones Unidas. La situación del conflicto armado interno , las políticas de seguridad democrática, los problemas de fondo sobre la propiedad de la tierra, el papel de las multinacionales, el narcotráfico, los efectos de la estrategia de desmovilización de los paramilitares y sus nuevas expresiones. Pero hoy , quería destacar el coraje de las mujeres colombianas , sus esfuerzos para la construcción de la paz y las exigencias de respeto a los derechos de las mujeres en Colombia.
